¡Plantemos un árbol!

Proponemos esta actividad con motivo del Día Internacional del Medio Ambiente para que se realice con los peques cualquier día del año. ¡Todos los días son buenos para cuidar de nuestro planeta!

Por supuesto, hay infinidad de maneras para concienciar a los hijos/alumnos en este sentido: enseñándoles a separar los productos para tirarlos en los distintos contenedores, un taller de reciclaje de papel para luego reutilizarlo, recogida de productos no biodegradables en algún parque o entorno cercano o contarles cuentos o que dibujen sobre el tema.

Este proyecto es ideal para educar en un valor tan importante como el respeto a la vida y el cuidado del entorno. Se puede aprovechar para enseñar que los árboles son esenciales para la vida ya que absorben el nocivo CO2, lo que purifica el aire que respiramos y contribuye a evitar el calentamiento global. Y no solo eso, además, nos brindan alimentos, sirven como refugio de insectos y aves, embellecen el paisaje o atenúan la erosión y las inundaciones, entre otras bondades.

Recursos: Una pala y, por supuesto, un árbol. Hay que tener en cuenta que sea apropiado para el terreno donde va a ser plantado y la fecha.

Edad: Cualquier edad. Los mayores pueden hacer las tareas de airear la tierra y excavar con la ayuda de un adulto y los más pequeños pueden regarlos una vez estén plantados.

Desarrollo: Sería conveniente ponerse de acuerdo con alguna asociación ecologista de la localidad para coordinar de manera conjunta la actividad. Antes de ir al lugar de la plantación, sería necesario que la tierra haya sido aireada unos días antes. Una vez abierto el hoyo, colocar el arbolito y echar tierra para al final regar. Esta actividad puede tener continuidad y volver el curso siguiente a ver cómo van creciendo los árboles plantados.