Una canción que tiene de todo, cuenta una historia algo truculenta, con el corte de un rabito, pero con final feliz con el beso entre la pastora y el pobre gatito. Como sucede con todas estas canciones, existen muchas versiones diferentes, en algunas, la pastora hacía requesitos, en otras dicen larán, larán, larito y, en unas versiones el gato le hinca la uña a los quesitos para comérselos y, en otras, simplemente los estropea.
En cualquier caso, una historia contada a lo largo de varias estrofas que suele gustar mucho a los niños y niñas. ¿Cómo te la sabías tú?
LETRA
Estaba una pastora
lará, lará, larito,
estaba una pastora
cuidando un rebañito,
cuidando un rebañito.
Con leche de sus cabras,
lará, lará, larito,
con leche de sus cabras
hacía sus quesitos,
hacía sus quesitos.
El gato la miraba,
lará, lará, larito,
el gato la miraba
con ojos golositos,
con ojos golositos.
«Si le hincas la uña,
lará, lará, larito,
si le hincas la uña,
te cortaré el rabito,
te cortaré el rabito».
La uña se la hincó,
lará, lará, larito,
la uña se la hincó
y le cortó el rabito,
y le cortó el rabito.
A confesar la falta
lará, lará, larito,
a confesar la falta,
se fue al padre Benito,
se fue al padre Benito.
«A vos padre me acuso,
lará, lará, larito,
a vos padre me acuso,
que le corté el rabito,
que le corté el rabito».
«De penitencia pongo,
lará, lará, larito,
de penitencia pongo,
que le des un besito,
que le des un besito».
El beso se lo dio,
lará, lará, larito,
el beso se lo dio,
y le creció el rabito,
y le creció el rabito.