¡Vamos a jugar... al fútbol sin balón!

Hace muchos años nuestra profesora de Educación Física nos enseñó este juego y a partir de ahí siempre lo jugábamos en los recreos. Así, podíamos jugar al fútbol aunque no nos dejaran usar pelota en el patio. Pueden jugar todos los jugadores que quieran divididos en dos equipos, aunque lo ideal es de entre 6 a 8 jugadores por equipo.

El juego requiere hacer un calentamiento previo, ya que se basa en la explosividad y esprints. Además tiene una elevada parte de estrategia ya que hay que elegir bien el momento de entrar al campo contrario o esperar.

Recursos: Hay que jugarlo en la pista de futbito o fabricar porterías usando chaquetones, ramas o cualquier cosa. También habría que trazar o delimitar de algún modo la línea del medio campo.

Edad: A partir de 10 años

Desarrollo: El objetivo es introducirse en la portería del equipo rival sin ser atrapados por los jugadores del otro equipo siguiendo una serie de normas:

-El jugador está seguro en su propio campo, pero si pasa el centro del campo y un rival le pilla o le toca debe quedarse quieto como una estatua hasta que un compañero le salve (tocándole) o uno de los equipos anote un gol. En otras variantes, basta tan solo con que el jugador pillado vuelva a su campo.



-En ningún caso se puede defender debajo de la propia portería. Los jugadores de un equipo no podrán entrar dentro de su propio área a menos que persigan a un rival que entre primero.

-Es recomendable dividir el equipo entre atacantes y defensas e incluso los jugadores más habilidosos pueden hacer ambos papeles para sorprender al rival. Lo normal es elegir a un rival y emparejarse con él justo delante de la línea del centro del campo. Y uno o dos jugadores hacen de defensas quedándose al borde de su área para pillar a los que logren escaparse del jugador que le está marcando.

Esperemos que os guste la propuesta de hoy. Aprovechamos para recordar otros juegos publicados como ¡Bomba! o Teléfono roto.