Había una vez un barquito chiquitito es una canción que todo niño habrá cantado. Su origen podría venir de una historia francesa que ya entonaban los marineros en el siglo XVI, primero como una historia adulta de fieros marinos y que luego pasó a partir de finales del siglo XIX a cantarse en versión infantil y con una historia algo más elaborada que en castellano. En la historia original, los marineros al quedarse sin víveres pensaron en recurrir al canibalismo y se echaron a suertes a quién se comerían. El desafortunado que perdió el sorteo comenzó a rogar a la virgen que le salvara y, en ese momento, cientos de peces cayeron a la cubierta del barco.
En este enlace se explica con más detalle el origen de la canción.
Esta cancioncilla también puede servir como perfecta excusa para introducir a los niños en la papiroflexia, ya que hacer barquitos de papel es muy sencillo... ¡y divertido! Además, es perfecta para que los más peques aprendan a contar los primeros números. Así que además de divertida, es muy didáctica.
En cuanto a las variantes, en muchas versiones usan "que no sabía navegar" en lugar de "que no podía". También, al final, se puede decir "volveremos, volveremos otra vez".
Había una vez
Un barquito chiquitito
Había una vez
Un barquito chiquitito
Que no podía, que no podía
Que no podía navegar
Pasaron un, dos, tres
Cuatro, cinco, seis semanas
Pasaron un, dos, tres
Cuatro, cinco, seis semanas
Y aquel barquito
Y aquel barquito
Y aquel barquito navegó
Y si esta historia
parece corta
Volveremos, volveremos
a empezar